Introducción

La atención al paciente en la etapa posquirúrgica se lleva a efecto, una vez que ha sido concluida su intervención quirúrgica, para ser trasladado de la sala de operaciones a la sala de recuperación post-anestésica, el inicio de esta etapa se considera al ser ingresado a la sala de recuperación post-anestésica (PAR) o unidad de cuidados post anestésicos (PACU). Su ubicación es dentro de las instalaciones del quirófano, o bien con acceso directo a la misma. En la etapa posquirúrgica la atención de la enfermera (o) se centra, en torno a la valoración integral del paciente y su vigilancia continua, con el propósito de proporcionar una asistencia de alta calidad profesional, iniciando por la identificación de complicaciones potenciales y su tratamiento oportuno, incluyendo la atención a sus familiares, sin olvidar otorgar la atención al paciente con capacidad, seguridad y calidez. Es indispensable que el personal del área de recuperación tenga contacto (comunicación) con el paciente y sus familiares antes de que el paciente ingrese a la sala de operaciones.

Algunos autores clasifican la etapa posquirúrgica en tres fases o periodos:
La etapa post-operatoria inmediata, es el periodo en que se proporciona la atención al paciente en la sala de recuperación y durante las primeras horas en la sala de hospitalización.

La etapa post-operatoria intermedia o mediata, comprende la atención del paciente durante la convalecencia de la cirugía hasta la pre-alta del paciente.

La etapa post-operatoria tardía consiste en la planeación del alta del paciente y la enseñanza de los cuidados en el hogar, así como de las recomendaciones especiales.

Recepción del paciente en la sala de recuperación
Para el traslado a la sala de recuperación post anestésica, el paciente debe ir acompañado por personal de anestesia y por la enfermera (o) circulante, la enfermera (o) del servicio recibe al paciente del cual se entrega información de los aspectos más importantes como serían:

1.     Estado pre-operatorio del paciente, antecedentes que pudiesen ocasionar una complicación post-operatoria como: Diabetes, insuficiencia renal, cardiopatía, alergia a medicamentos, etc.

2.     Valoración de las condiciones del paciente, nivel de conciencia, datos sobre la función respiratoria y hemodinámicos, coloración de la piel, temperatura, etc. Observar si existe reflejo nauseoso.

3.     Verificar la identificación del paciente, el procedimiento quirúrgico y el cirujano que practicó la cirugía.

4.     Información sobre el periodo trans-operatorio, hallazgos operatorios, si existieron complicaciones o acontecimientos no habituales.

5.     Técnica anestésica utilizada y duración de la misma.

6.     Fármacos administrados en el quirófano (incluyendo los anestésicos).

7.     Líquidos y sangre perdidos y administrados durante la cirugía.

8.     Localización de catéteres, drenajes y apósitos.

9.     Aplicación de vendaje como protección de la herida quirúrgica.

10.                       Revisión del expediente clínico.

Atención al paciente en la sala de recuperación
En esta etapa los cuidados de enfermería tienen como propósito identificar la importancia de los signos que manifiesta el paciente, anticiparse y prevenir complicaciones post-operatorias.
Además de cubrir sus necesidades y/o problemas hasta lograr su recuperación por completo de la anestesia.

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Objetivos

1.     Asegurar la conservación de la función respiratoria adecuada.

2.     Vigilar y prevenir la depresión respiratoria.

3.     Mantener el estado hemodinámico del paciente.

4.     Vigilar el estado de conciencia y condiciones generales del paciente.

5.     Conservar la seguridad del paciente y promover su comodidad.

Material y equipo

  • Equipo para aspiración de secreciones.

  • Equipo para administración de oxígeno.

  • Monitor de signos vitales.

  • Esfignomanómetro, estetoscopio y termómetro.

  • Riñón y pañuelos desechables.

  • Sondas de aspiración.

  • Cánulas de guedel.

  • Jeringas.

  • Gasas y guantes desechables.

Procedimiento
Una vez realizada la identificación del paciente y la recepción del mismo de la sala de cirugía, se procede a su instalación de la siguiente manera:

1.     Examinar la permeabilidad de las vías respiratorias. Dejar conectada la cánula de guedel, hasta que el paciente recupere el estado de conciencia o manifieste reflejo nauseoso; dejarla por más tiempo provoca náuseas y vómito.
Fundamento: Con esta medida se favorece a la función respiratoria y se evita que la lengua caiga hacia atrás, ocluyendo las vías respiratorias.

2.     Aspirar el exceso de secreciones, al ser audibles en orofaringe o nasofaringe.

3.     Conectar al paciente al sistema para administración de oxígeno e iniciar la administración de oxígeno húmedo nasal o por mascarilla, a 6 l/min. o según esté indicado.
Fundamento: Al administrar el oxígeno húmedo se favorece la fluidificación de secreciones y facilita su aspiración

4.     Conectar al paciente al monitor de signos vitales. Mantener la observación de los mismos.

5.     Colocar al paciente en decúbito lateral con extensión del cuello, si no está contraindicado.
Fundamento: Con esta posición se favorece a una adecuada ventilación pulmonar.

6.     Vigilar los signos vitales cada 5 a 15 minutos según lo requiera el estado del paciente.
Valoración de las cifras y sus características (hipertensión, hipotensión, arritmias cardiacas, taquicardia o bradicardia, taquipnea o bradipnea, hipertermia o hipotermia).
a) Los datos nos darán la pauta para el tratamiento.
b) Recordar que las salas de operaciones son frías y favorecen a la vasoconstricción, para lo cual se debe colocar un cobertor al paciente o regular la temperatura ambiental, si es que existe el sistema de clima artifIcial.

7.     Llevar el control de líquidos (ingresos de líquidos parenterales, excreción de orina, drenes, sondas, etc.)

8.     Mantener en ayuno al paciente.

9.     Vigilar la administración de líquidos parenterales: Cantidad, velocidad del flujo ya sea a través de bomba de infusión o controlador manual. Observar el sitio de la flebopunción para detectar datos de infiltración o flebitis.

10.                       Vigilar la diuresis horaria.

11.                       Llevar el registro de fármacos administrados y las observaciones de sus efectos.

12.                       Vigilar la infusión de sangre y derivados (si se está administrando al paciente) verificar la identificación correcta del paquete y corroborar con los datos del paciente, asimismo la tipificación, exámenes clínicos reglamentarios para su administración (si existe duda se debe revisar el banco de sangre), prescripción, hora de inicio y terminación de la infusión. Estar alerta ante la aparición de signos adversos a la transfusión sanguínea.

13.                       Observar posibles signos adversos de la anestesia general o raquídea: Hipertermia maligna, vigilar estado de conciencia, movilidad de las extremidades inferiores y su sensibilidad.

14.                       Vigilar signos y síntomas tempranos de hemorragia y choque como son: Extremidades frías, oliguria (menos de 30 ml/hora) retraso en el llenado capilar (más de 3 segundos), hipotensión, taquicardia, pulso débil, diaforesis fría.

Informar al médico para iniciar tratamiento o tomar medidas inmediatas como:

a) Iniciar la oxigenoterapia o aumentar la concentración de oxígeno.
b) Colocar al paciente en posición Trendelenburg si es que no existe contraindicación.
c) Aumentar el flujo de líquidos parenterales si no existe contraindicación o buscar alternativas.

15.                       Observar los apósitos y drenes quirúrgicos cada media hora o cada hora según las condiciones del paciente.
a) Realizar anotaciones sobre la cantidad, color del material que está drenando en apósitos, sondas y drenes.
b) Comunicar al médico si existe una cantidad excesiva.
c) Verificar que los apósitos estén bien colocados y seguros.

16.                       Conservar la seguridad del paciente y promover su comodidad.
a) Colocar los barandales laterales de la camilla.
b) Proteger las extremidades de la flebopunción de manera que el catéter no se desconecte accidentalmente.
c) Practicar cambios de posición del paciente y conservar la alineación correcta de su cuerpo.
d) Colocar almohadas en las zonas de presión para prevenir el daño a los nervios y articulaciones musculares.

17.                       Valorar la presencia de dolor.
a) Observar manifestaciones fisiológicas y de conducta.
b) Administrar analgésico según indicaciones médicas y observar la respuesta del paciente.

18.                       Vigilar el vendaje de protección de la herida quirúrgica (si está bien colocado) que no presente demasiada presión o poca que no cumpla su efectividad.

19.                       Orientar al paciente una vez que recupere el estado de conciencia con respecto a su entorno.
a) Ubicar al paciente, informarle repetidamente que la cirugía terminó y que se encuentra en la sala de recuperación, esto puede disminuir su ansiedad.
b) Disipar dudas con respecto a sus condiciones y tratamiento para disminuir su ansiedad o temor.

20.                       Evitar comentarios en presencia del paciente, pretendiendo pensar que el paciente se encuentra dormido, dichos comentarios pueden ser comprometedores para el hospital o bien pueden faltar a la ética profesional o crear una imagen negativa de la institución o de la profesión de enfermería

21.                       Preparar el alta del paciente.
En resumen, para ser dado de alta el paciente de la sala de recuperación post anestésica, se deben considerar los siguientes criterios:

a) Que respire con facilidad y que en la auscultación los ruidos pulmonares sean claros, además de que las vías respiratorias se mantengan sin medios artificiales, a menos que el paciente, así lo amerite.
b) Que alcance la estabilidad de los signos vitales.
c) Que alcance el nivel de consciencia satisfactorio, que se mantenga despierto y alerta.
d) Que el dolor haya sido controlado de manera adecuada.
e) Que conserve los niveles adecuados de diuresis horaria.
f) Que el vómito haya sido controlado o exista ausencia del mismo.
g) Que alcance la sensación de las extremidades en caso de que se le hubiese administrado anestesia regional.

En algunas instituciones uno de los requisitos para aprobar el alta de la sala de recuperación es:

22.                       Determinar la valoración de los parámetros para su alta de la sala de recuperación. Uno de los sistemas de valoración post-anestésica más utilizada, es la establecida por Aldrete, donde se valora la actividad de movimiento de las extremidades, la respiración, la circulación, el nivel de conciencia y la coloración de la piel.

23.                       Tramitar el traslado del paciente, solicitar personal de camillería

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1 comentarios:

  1. Estos consejos son bastante útiles. También recomiendo el uso de humidificador para plantas para mejorar la limpieza del entorno. Gracias por la info!!

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